Con una misa y una manifestación pacífica en la explanada de las letras de Piedras Negras en la zona centro de la ciudad, la asociación Familias Unidas en la Búsqueda y Localización de Personas Desaparecidas, conmemoró el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada.
Este año, la pandemia también impactó en la forma de conmemorar dicha fecha, pues en esta ocasión no se realizó la tradicional marcha, en la que los familiares de personas desaparecidas, vestidos de blanco y morado; exigen a las autoridades justicia, verdad y localizar a sus desaparecidos.
La dinámica en esta ocasión fue congregarse con todas las medidas de sana distancia, para participar en la misa que ofició el padre Juan Pablo Cruz Arvizu, de la Parroquia del Perpetuo Socorro del ejido Piedras Negras.
“Los tiempos cambian y la exigencia viene siendo la misma. Años anteriores el padre José Luis Hernández Bermea, que ahora está estudiando en la Ciudad de México era quien los acompañaba, yo ya hace dos años me había unido a esta acción que creo es una acción muy necesaria que toda la sociedad sintamos empatía con aquellas personas que han perdido un ser querido”, señaló Cruz Arvizu.
Por ello, señaló que si saben y conocen el nombre de Jesús y si son cristianos, son católicos, tienen que seguir exigiendo justicia y la misma palabra de Dios recuerda cómo Jeremías siente siempre esa necesidad de buscar la verdad, de buscar la justicia, hablar con la verdad.
“El dolor de las familias es muy grande y no van a poder descansar hasta que sepan dónde están sus hijos, no importa cuál sea la vedad o que tan dura sea; lo más importante es encontrarlos, encontrar esa verdad que siguen buscando. Estar aquí implica una empatía y, por el otro lado, implica también estar del lado de las víctimas y pedirle a Dios que pronto se solucionen estas cosas”, dijo el padre Juan pablo Cruz.
En esta ocasión, colocaron sus carteles y pancartas con las imágenes de sus familiares sobre las letras de la ciudad.
Tras colocarlas, se formaron a distancia para celebrar la misa, colocando velas en la parte frontal entre los asistentes y el sacerdote; vestidos como camisas blancas, moradas y algunos con playeras de color naranja.
Con este suman siete años consecutivos en los que las integrantes de la asociación Familias Unidas convoca a conmemorar esta fecha.